Material de Lectura

Material de Lectura  N° 6

LA RECOLECCIÓN DE DATOS Y PRESENTACIÓN DEL TRABAJO

Una vez cumplidas las tareas propias de las fases anteriores, el científico está en condiciones de comenzar a ocuparse de la recolección de datos necesaria para contrastar la hipótesis.

Para ello deberá determinar con qué técnicas e instrumentos reunirá dichos datos.

Técnicas e instrumentos de recolección de datos secundarios

Una técnica de recolección de datos es la manera en la que el investigador reúne la información. Una forma sencilla de determinar la técnica consiste en plantear la pregunta: ¿Qué acciones realizará el investigador para reunir la información?.

Un instrumento de recolección de datos es cualquier recurso del que pueda valerse el investigador para acercarse a los fenómenos y extraer de ellos información. Para determinar los instrumentos a utilizar se puede preguntar: ¿Con qué herramientas el investigador reunirá la información? ¿Dónde quedará registrada?

Las técnicas y los instrumentos de recolección de datos se determinan según los datos sean primarios o secundarios.
 


 El fichaje y las fichas

Cuando el investigador debe reunir datos secundarios, recurre a la técnica del fichaje: anota la información obtenida a partir del análisis de la bibliografía en sus instrumentos, las fichas. Las fichas son pequeñas papeletas. En las librerías se pueden adquirir fichas de distinto tamaño. Las utilizadas más comúnmente son las número 1 y las número 3.
El investigador puede confeccionar distintos tipos de fichas. En lo que sigue nos ocuparemos de tres de ellas: las fichas bibliográficas, las de lectura o síntesis y las eruditas o de citas.

 

LAS TÉCNICAS Y LOS INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS PRIMARIOS

Existen diversas técnicas de recolección de datos primarios. Nosotros nos ocuparemos de dos: la observación y la entrevista y conoceremos algunos de los instrumentos adecuados para cada una de ellas.

 

La observación científica
La observación consiste en el uso sistemático de los sentidos con el fin de captar la realidad estudiada. Su ventaja es, por supuesto, que el investigador percibe los hechos de manera directa. Sin embargo, esta técnica tiene la desventaja de que la presencia del observador puede alterar o modificar la conducta de las personas observadas, problema al que ya nos hemos referido en páginas anteriores.
En las ciencias sociales, esta técnica puede aplicarse en dos modalidades: en la de la observación simple y en la de la observación participante.
En la observación simple, el investigador busca percibir los aspectos más visibles o superficiales de su objeto de estudio, Generalmente este tipo de observación se utiliza cuando el científico social quiere conocer hechos o situaciones de carácter público o que no son estrictamente privados.
En la observación participante, el observador trata de integrarse en la acción del grupo observado como si fuera un miembro más. Esto implica una doble tarea: el observador desempeña un rol en el grupo y recoge los datos.
Esta modalidad de la técnica de observación se aplica cuando es necesario recoger una dimensión emocional de las personas estudiadas (tengamos en cuenta que las emociones son más difíciles de observar).
Cuando el investigador participa como miembro del grupo que observa puede experimentar en carne propia las actitudes, valores y comportamientos. Sin embargo, no debe perder de vista el hecho de que es importante mantener cierta distancia respecto de la situación. De otra manera, podría olvidarse de que su objetivo principal es el de observar.
Este tipo de técnica se aplica con bastante frecuencia, por ejemplo, en la investigación antropológica.

 

Los instrumentos de registro de la observación
La observación no se reduce simplemente a la percepción de los hechos. Es necesario que el científico realice algún tipo de registro de lo observado ya que, de otra manera, se debería confiar en lo que su memoria puede retener. Por otro lado, cuando el investigador observa y recoge datos, muchos de ellos luego pueden resultar poco relevantes y otros, aun siendo relevantes, pueden tener distintos niveles de importancia. Qué determina la relevancia o el nivel de importancia de los datos obtenidos por medio de la observación? Por supuesto, la respuesta es su problema de investigación y la hipótesis propuesta.
Por eso es conveniente que utilice algún instrumento de registro: planilla de observación, cuaderno de campo, diario, etc. De esta manera, en alguno de ellos podrá tomar nota de los distintos aspectos de la realidad que va observando y luego, en una etapa posterior, analizar el contenido de estos instrumentos en función de su hipótesis.

 

Ejemplo de Planilla

 

Nombre del Observador:

 

Lugar, fecha y hora en que se realiza la observación:

 

Nombre/Titulo del proyecto de investigación:

 

Problema:

 

Hipótesis propuesta:

 

Características del Grupo observado:

 

Desempeño del grupo durante la observación:

 

Otros detalles de interés:

 

 

La entrevista

La entrevista es una técnica de recolección de datos primarios en la que el investigador interactúa con sus fuentes de datos: las personas entrevistadas. En la entrevista interroga a las personas que ha seleccionado, y ellas le proporcionan sus ideas, opiniones o impresiones. Esta es una gran ventaja, porque los mismos actores sociales (o sea, las personas que son objeto de estudio) ponen los datos a disposición del investigador. Pero al mismo tiempo, la presentación de los datos es totalmente subjetiva, por lo que puede dar al científico social una ideal distorsionada de los hechos o ser falaz.
Existen distintos tipos de entrevistas que se diferencian por el grado de libertad que tiene el investigador para preguntar y el entrevistado para responder. En las entrevistas no estructuradas, el científico social tiene cierto margen de libertad para formular preguntas, aunque giren en torno a un único tema de interés, puede decidir a medida que la entrevista transcurre cuáles son las próximas preguntas que realizará, dependiendo muchas veces de las respuestas del entrevistado,
En cambio, las entrevistas estructuradas (o formalizadas) son aquellas en las que el investigador cuenta con un listado fijo de preguntas con un orden y una redacción preestablecidos, es decir con un cuestionario o cédula de entrevista.

 

Los instrumentos de registro de la entrevista

Cuando la entrevista es no estructurada, el investigador puede utilizar cualquier instrumento que le permita registrar la conversación: por ejemplo, un grabador o simplemente un cuaderno donde va tomando nota de las respuestas.
En cambio, cuando la entrevista es estructurada, contará con un cuestionario o cédula de entrevista que, muchas veces, ya se encuentra impreso con antelación. Un cuestionario es un listado de preguntas a las que se espera que responda el entrevistado.

 

¿Cómo preguntar?

Muchas veces los primeros intentos de plantear adecuadamente las preguntas de un cuestionario para realizar entrevistas resulta ser una tarea poco sencilla. Y si las preguntas no están bien formuladas, la recolección de datos será deficiente. Debemos entonces tener en cuenta:

1) Qué tipo de preguntas se pueden incluir en un cuestionario o cédula de entrevista. Básicamente dos: preguntas de alternativa fija o de final abierto.

Las preguntas de alternativa fija son aquellas que incluyen las opciones entre las que el entrevistado debe elegir. Por ejemplo:

¿Cuál es su nivel de ingresos mensuales promedio?

A) Menos de $ 300

B) Entre $ 300 y $ 800

C) Más de $ 800

Las respuestas dadas a este tipo de preguntas son, posteriormente, sencillas de analizar y procesar. En cambio, cuando el cuestionario contiene preguntas de final abierto, la información obtenida es más rica pero luego es más difícil de procesar

Una pregunta de final abierto es aquella en la que el entrevistado da su respuesta libremente, sin tener que elegir de entre un conjunto de opciones.

Por ejemplo:
¿En qué considera que han cambiado sus hábitos alimentarios en el último año?

2) Cómo deben estar redactadas.

a) La redacción no tiene que tener una carga emocional, algo que perturbe al entrevistado y que lo predisponga adecuadamente para responder (lo que proporciona al investigador información poco confiable). Por ejemplo, no causa el mismo efecto preguntar: "¿Qué opina de la libre interrupción del embarazo? " que preguntar:   "¿Qué opina del aborto?”

b) En la redacción de la pregunta no se debe incluir la indicación de la respuesta esperada. Por ejemplo, lo adecuado es preguntar: "¿Qué opina del proyecto de prolongación del ciclo lectivo?"

En lugar de: "¿Está de acuerdo con que la prolongación del ciclo lectivo traerá beneficios?”

 

De la operacionalización a los instrumentos
En páginas anteriores afirmamos que operacionalizar la hipótesis propuesta implica buscar los indicadores empíricos que permitan determinar el comportamiento de las variables. Si el científico percibe la variable por medio de los indicadores, las técnicas e instrumentos de recolección de datos deben apuntar a recoger los indicadores que se han establecido. Así, por ejemplo, si el científico recurriera a la técnica de la observación, debe tener presente cuáles hechos funcionan como indicadores de sus variables para estar atento a su presencia, ausencia, alteraciones, etcétera. Si en cambio ha decidido que utiliza la técnica de la entrevista, las preguntas de su cuestionario deben, también en este caso, buscar información relativa a los indicadores.

Veamos un ejemplo para los indicadores que habíamos establecido para la variable independiente de nuestra hipótesis:

 

 

 

El cuestionario podría incluir las siguientes preguntas de alternativa fija:

1) ¿Cuál es su nivel de ingresos mensuales promedio?

A) Menos de $300

B) Entre $ 300 y $ 800

C) Más de $ 800

 

2) ¿Cuál es su ocupación?

A) Patrón o socio

B) Cuentapropista

C) Empleado del sector privado

D) Empleado del sector público

E) Obrero del sector privado

F)Obrero del sector público

G)Empleado doméstico

 

3)¿Con qué estudios cuenta?

A) Primario incompleto

B) Primario completo

C) Secundario incompleto

D)Secundario completo

E)Terciario incompleto

F)Terciario completo

Estas tres preguntas apuntan a detectar los indicadores de la variable independiente. Luego de su procesamiento y según los valores que hayamos determinado para la variable "nivel e socioeconómico" y las definiciones teóricas que hayamos elaborado, podremos determinar a qué nivel socioeconómico corresponde cada uno de los entrevistados. Aquello que parecía difícil de percibir al comienzo (el nivel socioeconómico), ahora se ha vuelto observable.

 

LOS DATOS Y SU PROCESAMIENTO

 

¿POR QUÉ PROCESAR LOS DATOS?

Una vez finalizadas todas las tareas relacionadas con la recolección de datos el investigador contará con una buena cantidad de información a partir de la cual deberá esclarecer el problema planteado. Pero esta gran cantidad de información tiene que ser sistematizada para que sea significativa. Es necesario, entonces, ingresar en la fase siguiente del proceso de investigación: el procesamiento de datos.

El procesamiento es el conjunto de actividades que tiene por objetivo organizar los datos para que constituyan un todo coherente. Estas actividades variarán según los datos obtenidos sean primarios o secundarios. En las páginas siguientes encontrarán una aproximación general a las tareas de procesamiento para ambos tipos de datos.

 

EL PROCESAMIENTO DE DATOS PRIMARIOS

 

La clasificación de la información

La primera de las actividades de procesamiento de datos primarios consiste en su clasificación. La Información debe clasificarse en numérica o verbal. La información de tipo numérica (es decir, los datos que se expresan en números) puede incluirse como tal en el cuerpo de la investigación. Pero muchas veces esto puede implicar la consecuencia no deseada de que el lector se sienta abrumado por una sucesión infinita de números y que le resulte difícil comprender el camino que está siguiendo la investigación. Debido a esto, el investigador puede sintetizar esta información y construir a partir de ella cuadros estadísticos, promedios generales o gráficos lo que resulta más conveniente). Con estos recursos, sintetiza valores y puede extraer enunciados teóricos con mayor facilidad.

La información de tipo verbal (es decir, los datos que se expresan con palabras) puede ser convertida en datos numéricos o ser expresada tal como fue recogida. Supongamos que el investigador ha realizado diversas entrevistas no estructuradas (el investigador tiene libertad para preguntar y el entrevistado para responder). Puede seleccionar las respuestas que considere más significativas e incluirlas como tal, de la misma manera en que fueron recogidas. Supongamos, en cambio, que ha aplicado una entrevista estructurada (el entrevistado elige una respuesta de entre una secuencia fija). El investigador puede procesar la información verbal obtenida indicando, por ejemplo, la cantidad de veces que una de esas respuestas ha sido elegida, es decir, indicando su frecuencia con un porcentaje. AI hacer este tipo de procesamiento está convirtiendo los datos verbales en numéricos. Para lograr todo esto deberá codificar y tabular los datos.

 

La codificación

La codificación es la primera actividad que el científico debe realizar para convertir la información verbal en numérica. Codificar es asignar un símbolo a los datos verbales.

Tomemos como ejemplo las preguntas que habíamos elaborado para detectar el comportamiento de los indicadores de la variable independiente de nuestra hipótesis. Cada una de estas preguntas tenía asignado un número y cada una de sus respuestas estaba identificada con una letra:

¿Cuál es su nivel de ingresos mensuales promedio?

A) Menos de 300

B) Entre $ 300 y $ 800

C) Más de $ 800

En este caso, como nuestra cédula de entrevista es estructurada podríamos decir que la codificación ya está prácticamente realizada Cada pregunta y cada respuesta tiene su código que no se repetirá en ninguna de  las otras (por ejemplo, A es el código sólo para nivel de ingresos menor a 300 pesos)

Pero si hubiéramos recogido la información por medio de una entrevista no estructurada y  hubiéramos decidido convertir datos verbales en numéricos, hubiéramos tenido un trabajo mayor buscar a partir de toda la información reunida elementos comunes es decir homogeneizar las distintas preguntas para poder así integrarlas. Establecer luego respuestas tipo y asignarles un código particular (número o letra).

 

LA TABULACION


La siguiente actividad consiste en tabular los datos que han sido codificados. Tabular significa hacer tablas o listas de datos que permitan su fácil agrupamiento y contabilización.
Para hacer la tabulación en primer lugar se confecciona una planilla. En ella figuran los códigos asignados a las preguntas y las respuestas y espacios para señalar las unidades que se van contabilizando. En segundo lugar, se vuelca la información de cada cuestionario (es decir, se coloca una cruz en el casillero que corresponde a cada respuesta que da cada entrevistado).
Cuando los entrevistados fueron muchos este proceso puede ser largo y tedioso: es necesario entonces poner atención al volcar los datos.

A continuación les mostramos cómo seria la tabulación correspondiente a los indicadores de nuestra variable independiente:
 


(Suponemos que hemos aplicado la entrevista a 10 personas. Hemos indicado con una cruz la respuesta dada por cada uno de los entrevistas a las preguntas correspondientes.)

Una vez realizada la tabulación de todos los cuestionarios y, dependiendo de la definición teórica y empírica que hayamos dado de la variable nivel socioeconómico, estaremos en condiciones de determinar el nivel socioeconómico de la población entrevistada. Es decir, podemos determinar cuántas de esas personas son de nivel de ingresos bajos, medios o altos.

Después de la tabulación: la estadística

Luego de realizada la tabulación, el investigador se encuentra en condiciones de recurrir a la estadística para trabajar los datos. La definición formal de estadística (la definición del diccionario) establece que es la disciplina que se ocupa de los hechos sociales, científicos o de cualquier clase y de la comparación de las cifras obtenidas.

El investigador puede utilizar dos tipos diferentes de estadísticas según que se proponga: la estadística descriptiva y la inferencial. Por medio de la estadística descriptiva el investigador puede, justamente, hacer una descripción de algunas de las características de la distribución de puntajes, por ejemplo, el promedio de personas que tienen estudios secundarios completos. Con la estadística inferencial, en cambio, puede establecer la relación que existe entre esos datos (es decir, cómo se relacionan las variables en la hipótesis) y determinar con qué validez puede generalizar las conclusiones obtenidas sobre la muestra al total del universo (puede hacer inferencias).

La estadística proporciona una serie de herramientas de diverso grado de complejidad. Algunas de ellas exigen un elevado conocimiento matemático, sobre todo las propias de la estadística inferencial. Con el tiempo se han desarrollado recursos informáticos que facilitan la tarea del investigador y que pueden ser utilizados por personas que no tienen conocimientos matemáticos tan profundos. Dado que esta cátedra tiene por objetivo ser una introducción a la metodología de la investigación en ciencias sociales, presentaremos sólo un tipo de medidas de la estadística descriptiva, las llamadas medidas de tendencia central.

 

 

 

Las medidas de tendencia central
Las medidas de tendencia central permiten visualizar cómo se distribuyen puntajes en el conjunto de datos obtenidos. Una característica de la distribución de puntajes es que permiten determinar un promedio. Un promedio es un valor individual que permite representar una distribución o conjunto de valores. Las medidas de tendencia central son promedios. Existen tres tipos de medidas de tendencia central: la media aritmética, la mediana y la moda.


La media aritmética

La media aritmética es la medida que nosotros habitualmente llamamos promedio. Es un valor que surge de la suma de los valores obtenidos dividida entre el número de valores totales. Pongamos un ejemplo sencillo: la media aritmética correspondiente a los puntajes obtenidos en la última evaluación de matemáticas, Supongamos que tenemos una población de 10 alumnos, y que las notas obtenidas fueron: 5,9, 2, 6, 6, 8, 4, 6, 1, 4.

La media aritmética resulta de sumar todos los puntajes obtenidos y dividirlo por 10:

51/10 = 5,1


                                                                                                                                                           

La media o promedio de la evaluación, entonces, fue de 5,1

 

La mediana

La mediana es el puntaje de una distribución por arriba del cual se encuentra la mitad de los puntajes, es el valor que divide los puntajes obtenidos exactamente al medio. Para obtener la mediana debemos ordenar los valores obtenidos en la evaluación de menor a mayor:

1, 2, 4, 5, 6, 8, 9

 

 

La mediana, en este caso es 5: el 50% de los puntajes están por debajo de 5 y el otro 50%, por supuesto, por encima de este valor.

En el caso de que la cantidad de valores hubiera sido par y no impar:

1, 2, 5, 6, 8, 9

 

para realizar el cálculo tomamos los dos valores que se posicionan en la parte central, lo dividimos entre 2 y obtenemos la mediana. Nuestros valores centrales son 5 y 6:

5+6= 11

 

11/2 5,5

 

La mediana es 5,5. Tres valores (1, 2, 5) se ubican por debajo 5,5 y los otros tres (6,8,9) por encima de él.

 

La moda

La moda es el valor que más se repite en una secuencia. Volviendo a nuestro ejemplo,

59266846 1,4

 

el valor que se repite más veces es el 6, y por lo tanto, esa es la moda.

 

La presentación de los datos

Los datos procesados pueden ser presentados de diversas maneras. El investigador debe tener en cuenta que una presentación clara de los datos ayudará a darle solidez a su investigación. Para ello puede utilizar distintos recursos: las llamadas medidas estadísticas de tendencia central que explicamos en las páginas anteriores, porcentajes, cuadros o gráficos.

 

Los porcentajes

Los porcentajes permiten hacer comparaciones entre grupos de personas u objetos. Para quien lee la investigación la información resulta mucho más legible o significativa cuando está expresada en porcentajes que en números absolutos. Para el lector es más significativo encontrar la información de que el sesenta por ciento de las personas de nivel socioeconómico medio han cambiado sus pautas alimentarias que decir que lo han hecho 553.320 personas. Para establecer el porcentaje simplemente hay que aplicar una regla de tres simple.

Pongamos un ejemplo sencillo. Supongamos que, de un total de 150 personas entrevistadas, 80 afirman que sus ingresos mensuales son menores a 300 pesos, 20 reciben entre 300 y 800 pesos y 50 personas más de 800 pesos. Así:

 

150 personas---------------------100%
80 personas---------------x%

X = 80 x 100 / 150

 

El 53,33 % de las personas entrevistadas tiene un ingreso menor a los 300 pesos.

Los gráficos

Los gráficos son una manera sencilla y clara de presentar la información, ya que permiten una rápida visualización de la distribución o tendencia de una variable o fenómeno. Existen distintos tipos de gráficos que pueden organizar los mismos datos de maneras diferentes. Lo conveniente para el investigador es seleccionar el tipo de gráfico que va a utilizar dependiendo de los datos disponibles y de aquellos que desea mostrar. Los gráficos más comúnmente utilizados son los de barras, los de línea o los de torta o circulares.

Actualmente pueden utilizarse distintos recursos informáticos para diseñarlos.

 

LA PRESENTACIÓN DEL TRABAJO

¿POR QUÉ HACER UNA PRESENTACIÓN ESCRITA?

El objetivo de la presentación del proceso y de los resultados de la investigación es poner a disposición de aquellos que estén interesados en el tema el trabajo realizado por el investigador. El conocimiento es una actividad social y, por lo tanto, también lo es la investigación científica. Los científicos proporcionan a las personas, pertenezcan a la comunidad científica o no, los resultados de su trabajo.
Una de las formas de presentar los resultados de las investigaciones consiste en la redacción de un trabajo escrito. Académicamente existe una serie de pautas o reglas que el científico debe seguir en tales presentaciones. Sin importar si es principiante o experimentado, se espera que el científico social esté en condiciones de cumplirlas.


CUANDO ESCRIBIR SE CONVIERTE EN UN PROBLEMA

Uno de los errores más comunes que cometen aquellos que dan sus primeros pasos en la metodología de la investigación es suponer que, una vez que han llegado a esta fase (la de la elaboración del informe final), se enfrentan a la tarea más sencilla de todo el proceso. Sobre la base de esta idea consideran que no necesitan dedicas demasiado tiempo. Y esta creencia suele ser un error: la redacción adecuada requiere mucha práctica y un buen dominio del lenguaje. No es verdad que un investigador se sentará y redactar su trabajo de una sola vez, que no necesitará realizar sucesivas correcciones. Luego de hacer los primeros intentos, los estudiantes que se inician en la metodología de la investigación sienten que se están enfrentando con la parte más difícil de todo el trabajo emprendido.

Es necesario tener en cuenta que la exposición adecuada de las ideas tiene tanta importancia como el proceso de investigación. Si el investigador no puede transmitir sus ideas en forma exitosa, los lectores evaluarán su trabajo de manera incorrecta. Si, como afirmamos antes, la investigación científica es una actividad social, una interacción entre el investigador y otras personas, para que esta interacción sea exitosa la formulación escrita final del trabajo debe ser correcta.

UNAS PRIMERAS RECOMENDACIONES

- Por todo esto es necesario organizarse para escribir con tiempo. Siempre es conveniente escribir el trabajo, dejarlo 'descansar unos días y volverlo a leer. Seguramente en esta nueva lectura se percibirán con más claridad errores en la redacción, problemas de claridad en la exposición de las ideas, necesidad de incluir conceptos o categorías que habían sido dejados de lado, etc.

- Siempre es conveniente que otra persona, que no haya participado en la investigación, en los borradores de la redacción final. Generalmente proporcionan información valiosa acerca de que partes no están redactadas claramente y necesitan ser reformuladas.
Tengamos en cuenta que, dado que el investigador ha pasado mucho tiempo en contacto con el tema que ha trabajado, para él puede resultar superfluo incluir algunos conceptos o explicaciones. Supone, erróneamente, que los que leen su trabajo cuentan con la misma información que él y así, a veces, los lectores sienten que el texto elaborado tiene “vacíos explicativos”.

Un buen investigador debe tener en cuenta que, para que su trabajo sea apreciado justamente, sus ideas deben ser expresadas con claridad, precisión y en forma completa.

LA ESTRUCTURA FORMAL DEL TRABAJO ESCRITO

En líneas generales, la presentación escrita de la investigación debe respetar y reflejar en su estructura las distintas fases del proceso. Así, diremos que en el trabajo escrito son indispensables las siguientes partes:

La introducción

La función de esta parte del trabajo es presentar al lector el tema que se desarrollará a lo largo del resto del trabajo y especificar el problema que abordará. Junto con la enunciación del tema y el problema, el investigador explicita los limites espaciales y temporales que ha fijado para su investigación. También explica la relevancia de la temática tratada y presenta, a modo de adelanto, los aportes que su trabajo realiza. Los objetivos de la investigación también deben ser incluidos en esta parte.

El marco teórico

Como ya hemos desarrollado en el capítulo IV, el marco teórico contiene la explicitación de las categorías conceptuales de análisis que se han utilizado en la investigación. Incluye, además, la información de distintos niveles de generalidad utilizada. En esta parte del trabajo es imprescindible incluir la hipótesis que se propone como respuesta al problema planteado.

El cuerpo del trabajo o desarrollo

Es aquí donde el investigador cuenta explícitamente los pasos que ha dado para poner a prueba su hipótesis. Si para esto ha elegido un diseño bibliográfico, será el momento de contraponer la información de las diversas fuentes consultadas, organizando la redacción de manera tal de presentar aquellas propuestas que no comparta, incluyendo las críticas que realiza y luego su propia propuesta de resolución del problema con la justificación correspondiente.
Si, en cambio, ha seleccionado un diseño de campo, en esta parte del trabajo escrito debe presentar las variables de su hipótesis, los indicadores seleccionados (junto con la justificación de su elección), la descripción de sus instrumentos de recolección de datos y los datos obtenidos. Es decir, debe incluir todo aquello que sea necesario para argumentar a favor de su hipótesis.

Las conclusiones

En la conclusión el investigador comienza por presentar un resumen muy sintético de los puntos que ha tratado en las partes anteriores. La conclusión del trabajo escrito es el cierre de toda su argumentación y ningún investigador puede suponer que el lector recuerda a la perfección todo el camino recorrido. Retoma entonces brevemente el problema, la hipótesis propuesta y los pasos que ha dado para ponerla a prueba. Cierra su trabajo presentando las conclusiones a las que ha llegado e incluyendo los comentarios finales que considere necesario.

La bibliografía

Esta parte del trabajo escrito incluye el detalle de todas las obras a las que ha recurrido el investigador como fuentes en el transcurso de su trabajo.

 

REQUISITOS FORMALES DE PRESENTACIÓN

 

Una vez conocidas las partes que deben estar presentes en el trabajo analizaremos cómo deben estar presentadas formalmente.

El trabajo no debe entregarse manuscrito, sino que debe utilizarse algún medio mecánico: computadora o máquina de escribir. Esto no sólo ayuda a que la presentación sea más prolija sino que evita los inconvenientes propios de interpretar la letra de otra persona.

Generalmente, el papel utilizado es el de tamaño carta o A4. No es común que se presenten en hojas tamaño oficio. Se debe escribir sobre una sola página de la hoja.

Todas las páginas deben contar con los mismos márgenes: el margen superior y el margen izquierdo siempre deben ser mayores que los otros dos.

Aunque las páginas escritas no sean muchas, lo conveniente es que estén numeradas. La numeración comienza en la primera página de la introducción del trabajo. La carátula no se numera ni tampoco el índice si se lo coloca al comienzo. La numeración se suele colocar sobre el margen izquierdo (en la parte superior o inferior de la página) o en el medio de la página en la parte inferior. Las páginas deben numerarse correlativamente.

• La primera página del trabajo es la carátula. Debe incluir el título del trabajo, el nombre y apellido de quienes lo han realizado y la fecha de presentación:

• Luego de la carátula suele encontrarse el índice del trabajo (aunque algunos investigadores prefieren incluirlo al final). El índice reproduce los títulos (y también los subtítulos, en caso de que existan) de las distintas partes del trabajo, más la indicación sólo de la página en la que comienza cada uno de esos apartados.

Algunos investigadores, para mostrar más claramente la relación de temas y subtemas, deciden asignar un número a cada uno de los títulos y subtítulos correspondientes. Cuando el índice contiene sólo los títulos se denomina general, cuando contiene también los subtítulos se denomina analítico.

Muchas veces los trabajos escritos incluyen las llamadas notas o notas a pie de página. Las notas son agregadas al cuerpo principal del texto en las que el autor del trabajo incluye aclaraciones o especificaciones relativas a lo que está explicando, indicación de fuentes bibliográficas, etc. El objetivo de las notas, en definitiva, es incluir información adicional que en una primera lectura puede pasarse por alto, pero que en una instancia de lectura analítica más profunda, puede ser un aporte importante para el lector.

Conviene incluirlas todas juntas al final del trabajo. Si son breves, puede incluírselas en la misma página en la que se encuentra la referencia correspondiente, de allí su nombre a pie de página.

 

¿POR DÓNDE COMENZAR A REDACTAR?

 

Parte de las dificultades que comentábamos con respecto a los problemas que se presentan en esta fase del proceso de investigación tienen que ver concretamente con el comienzo del acto de escribir. ¿Por dónde comenzar a redactar? Aunque la estructura del trabajo determina que lo primero con lo que se va a encontrar el lector es con la introducción, conviene comenzar a redactar los contenidos correspondientes al marco teórico y al cuerpo del trabajo y dejar la redacción de la introducción para el final. De esta manera se logrará que la introducción contenga todos los contenidos necesarios y quede coherentemente redactada.

Generalmente sucede que cuando alguien comienza a escribir se siente atacado por el “síndrome del papel en blanco”: el papel no nos dice nada y nosotros no sabemos qué poner en él. Una manera sencilla de superar este trance consiste en hacer un sencillo punteo de lo que queremos incluir en cada parte del trabajo, armar como una especie de índice. Luego, con la ayuda de este breve esquema, resultará más sencillo comenzar con la redacción misma.

 

ALGUNAS REGLAS PRÁCTICAS PARA LA REDACCIÓN

 

Que función debe cumplir el lenguaje a utilizar

La exposición del trabajo debe realizarse con un lenguaje que cumpla función informativa: el lenguaje utilizado para describir, explicar y predecir. El lenguaje que cumple función informativa está conformado por enunciados susceptibles de ser caracterizados como verdaderos o falsos. No es adecuado en un trabajo científico que el investigador utilice un lenguaje expresivo, es decir, un lenguaje que deje transmitir sus emociones o sentimientos.

 

Qué persona utilizar para redactar

Aunque la investigación la haya llevado adelante un solo científico social, al momento de transmitir sus resultados por escrito se suele utilizar la redacción en la primera persona del plural: 'nosotros'. Esta elección se basa en el hecho de que se supone que lo que se afirma es compartido por los miembros de la comunidad científica.

 

Como armar las oraciones

Las oraciones tienen que tener una estructura gramatical y sintáctica correcta Tenemos que tener en cuenta que el objetivo principal del escrito tiene que ser la adecuada transmisión de los conocimientos obtenidos. El investigador no está escribiendo una novela, por lo que debe darse prioridad a lo informativo por sobre el estilo de redacción. Para aquellos que no tienen demasiada práctica en el arte de escribir, lo más conveniente es utilizar oraciones cortas, que contengan sujeto y predicado. La inclusión de muchas subordinadas exige un preciso dominio del proceso de redacción, por lo que en primera instancia es conveniente dejarlas de lado. Las oraciones tienen que expresar las ideas con claridad, respetando el vocabulario teórico correspondiente al tema. Un párrafo (un conjunto de oraciones separado de otro conjunto de oraciones por un punto aparte) debe presentar el desarrollo de una idea,

 

El uso adecuado de los signos de puntuación permite el correcto armado de las oraciones y la clara expresión de las ideas. Es conveniente entonces prestar especial atención a cómo se los utilizan.

 

 

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Metodología de la Investigación