Material de Lectura

Material de Lectura  N° 1

EL CONOCIMIENTO: CONCEPTUALIZACIÓN, CARACTERIZACIÓN Y DIFERENCIACIÓN.

Podemos definir al conocimiento como una relación entre un sujeto y un objeto. Entendemos por sujeto de conocimiento a aquel ser humano que se sitúa frente al objeto porque tiene como objetivo conocer, por lo tanto el objeto de conocimiento es aquello que el sujeto tiene frente a si y desea conocer. El objeto no debe ser necesariamente físico, puede ser una idea o un recuerdo, lo importante de esta relación es que, una vez enfrentados, el sujeto iniciará el camino que lo llevará al conocimiento de su objeto, este procedimiento se llama método.

Ahora bien, todo el tiempo el hombre está actuando como sujeto de conocimiento frente a un objeto. Pero el tipo de conocimiento que se entabla no es siempre el mismo. En la medida en que el conocimiento sea claro, preciso, verificable, sistemático, legal, explicativo y avance permanentemente, nos encontramos con conocimiento científico. De tal modo que podemos decir que el conocimiento científico es riguroso porque es preciso, porque se fundamenta en teorías científicas, porque busca explicaciones racionales, ligadas a principios lógicos.

A partir de esto, entonces podemos definir a la ciencia no como un conjunto acumulativo y estático de saberes, sino como un corpus dinámico de conocimiento riguroso, preciso y fundamentado, que permanentemente se modifica.

En tal sentido, entonces, el científico no es el gran acumulador de conocimiento, sino más bien el gran generador de problemas que busca soluciones a dificultades o misterios de la realidad (natural, social, física, etc.)

El conocimiento científico, entonces, se remite permanentemente a la explicación racional y lógica de los diferentes problemas que se plantean y que, en muchas ocasiones, mejoran la calidad de vida de los seres humanos. Si tomamos en cuenta la revolución comunicacional o informática de este siglo, los avances en la medicina en cuanto a la prevención y curación de enfermedades mortales, o los adelantos que han posibilitado un mejor confort en el hogar (microondas, teléfono, freezer), podemos entender la gran importancia de este tipo de conocimiento que, cuando se aplica a fines prácticos, pasa a ser un adelanto tecnológico.

El saber vulgar, en cambio, no puede dar cuenta de este tipo de conocimiento, porque no cumple con todas estas características a la vez: ser racional, aportar conclusiones comprobables, ser preciso y tener un asidero o sustento riguroso. Cuando alguien dice que ante el dolor de cabeza "me deben curar el mal de ojo" o frente a un problema estomacal se dice que hay que curar "el empacho” no se está refiriendo a una curación médica, de tipo lógica y racional, sino más bien a una creencia arraigada en ciertas prácticas religiosas y de tradición nativo-rural.

Con el conocimiento religioso pasa exactamente lo mismo. Sabemos que las religiones fundamentan sus verdades a partir de la existencia de una o varias divinidades, y el creyente acepta esas verdades sin discusión, motivado por la fe y la creencia en ese dogma. Por ejemplo: el cruce del mar Rojo realizado por el pueblo de Israel -prisionero de los egipcios- Ese mar que se abre para permitir su paso (La Biblia, Antiguo Testamento, Exodo) hasta el momento no ha podido ser demostrado científicamente por la arqueología, ya que no se han encontrado restos y evidencias concretas de tal migración y de tamaña hazaña de la naturaleza en el mar. O cuando alguien asegura haber visto llorar a la Virgen, no puede dar una explicación racional, concreta, evidente, sino que su explicación es a partir de la creencia en "milagros" que no tienen sustento científico.

Para la ciencia "los milagros no existen" aunque según el científico Blas Pascal, "...el corazón tiene razones que la razón no comprende."

Como explicamos en el capítulo anterior, la transición de la Edad Media a la Modernidad significó un viraje profundo en cuanto a la concepción acerca del mundo y del saber. Dicha transición implicó rupturas radicales que enfrentaron el conocimiento universalmente válido hasta entonces -el religioso- con el conocimiento racional y científico que plantearon pioneros en la Astronomía y la Física como Nicolás Copérnico o Galileo Galilei.

El conocimiento científico es claro y preciso porque no busca explicaciones sin fundamento, es metódico porque sigue un procedimiento riguroso para llegar a explicaciones fundamentadas, es verificable porque las hipótesis son avaladas por pruebas que se pueden constatar - aquí no se tienen en cuenta las opiniones o creencias, sino las evidencias que verifican las hipótesis-. Es sistemático porque es un conocimiento en el cual las ideas están interconectadas entre si lógicamente en forma orgánica, de manera tal que si existe un cambio en la hipótesis planteadas, se produce un cambio total en la teoría es legal y explicativo porque este conocimiento coloca los acontecimientos singulares dentro de pautas generales llamadas leyes, que ponen a prueba la hipótesis, un enunciado de ley es una confirmación de la hipótesis. Las explicaciones científicas no son sólo causales-como en el saber vulgar, las hay de diversos tipos como las de asociación, de composición, de conservación, globales, dialécticas, teleológicas, etc. Justamente a partir de esto, el conocimiento científico avanza permanentemente porque es dinámico, no tiene límites, no es el final. No está exento de error, puede ser superado corregido, reemplazado.

El caso de Giordano Bruno*: razón versus fe

A fines del siglo XVI, Giordano Bruno, un filósofo italiano que perteneció a la orden de los dominicos en su juventud, más tarde hereje intelectual errante por universidades y cortes europeas hasta que la Inquisición pudo apresarlo, juzgar y condenar a morir en la hoguera en el año 1600 (.), era un ferviente partidario de la astronomía copernicana y veía en el descubrimiento del heliocentrismo no solo el avance de la verdad científica, sino el comienzo de una liberación radical del pensamiento.

Este fraile dominico había puesto en duda los misterios de la Encarnación y de la Trinidad
atreviéndose a calificar como "magia" a los milagros de Jesús. Además de defender el sistema copernicano, incluyó la idea de pluralidad de los mundos. Su obra capital, “Del infinito universo y los mundos”, rebate paso a paso la tradición aristotélica y declara la posible existencia de un universo y mundos infinitos.

Bruno era combativo y altanero, naturalmente se inclinaba a rebatir argumentos y a discutir todo lo discutible. No acepta ninguna explicación sin fundamento racional: su afán por el saber le causó problemas, su sentido de la vida, su concepción de Dios, lo alejaban del dogma y esta posición bastó para etiquetarlo como hereje y para que fuera juzgado por el tribunal de la Inquisición. El resultado fue el rechazo por su búsqueda de un conocimiento científico no ligado al religioso: el teocentrismo y el dominio espiritual y terrenal de la Iglesia eran aún muy fuertes. La intolerancia y el fuego hablaron finalmente. Fue quemado vivo en la hoguera ante la presencia de una multitud que, horrorizada, observaba el poder “aleccionador y moralizador” de una Iglesia que no se disponía a resignar el monopolio del conocimiento.

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Vocabulario

Heliocentrismo: Teoría astronómica sostenida fundamentalmente por Nicolás Copérnico, astrónomo polaco de fines del siglo XV que consideraba el Sol como centro del universo. Constituye la base de la denominada Astronomía copernicana.

Teocentrismo: del griego, teo, Dios: centrismo: centro, Posicionamiento que centra su mira da alrededor de las explicaciones que parten de la injerencia divina Dios es el centro del universo. Dios es el creador de todas las cosas, todo se explica a partir de su intervención.
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* "Bruno reservaba para su filosofía el peligroso privilegio de venir a corregir lo que él consideraba una impostura milenaria de la Iglesia. La pretensión le costó la vida."

Al cumplirse 400 años de esta muerte, la Iglesia pidió perdón por quemar vivo a uno de los más brillantes filósofos y teólogos del siglo XVI, Giordano Bruno.

"Resulta difícil hoy hacer justicia a las formas del pensamiento, en tanto sus categorías no son las del discurso racionalista. Es preciso aceptar que estamos ante el límite de dos mundos intelectuales, ante un momento de "ambigüedades" en que los antiguos sistemas no han desaparecido del todo y una sociedad nueva pugna por nacer. Embriagado por una libertad recién descubierta, el hombre hace de la curiosidad una virtud central, pero le faltan los medios indispensables para ponerla en funcionamiento y, antes que nada, un lenguaje y un método. De allí que su audacia no sea jamás total y sus descubrimientos, aún los más proféticos, deban esperar todavía largo tiempo una justificación positiva, hasta el momento en que se cuente con una nueva evaluación de la condición humana."
 

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¿QUIEN DETERMINA CUANDO UN CONOCIMIENTO ES CIENTÍFICO?

Los Paradigmas según Thomas Kuhn

Esta pregunta ha dado lugar a extensos debates filosóficos que originaron una rama de la filosofía que se ocupa de ellos, la Epistemología. Esta disciplina estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos del conocimiento. Si bien no es nuestro objetivo dedicarnos de lleno a esta corriente filosófica, queremos transmitirles algunos de sus conceptos centrales para que puedan comprender que el establecimiento de la diferencia entre el conocimiento científico de otras formas de conocimiento ha sido un proceso largo, gradual y complejo el devenir de las ciencias no se ha dado como algo distanciado del contexto histórico, tal como se ha visto en el caso de Giordano Bruno. Lo si que podemos dejar en claro es que la diferenciación entre un conocimiento científico de otro que no lo es, se determina según diferente criterios de validación.

En este sentido, Thomas Kuhn -físico del siglo XX- centro su atención en la historia de la ciencia, cuyo conocimiento lo obligo a cuestionarse sus propias ideas al respecto. Planteó que la ciencia es un hecho social que no escapa a la subjetividad de la comunidad científica, aunque siempre se ha trabajado buscando la objetividad, y es por eso que se dedicó a pensar cómo influye el contexto socio-histórico de la comunidad científica en el que surgen las diferentes teorías.

Kuhn construyó una manera diferente de mirar el progreso científico. Destacó que la comunidad científica pasa de una estructura teórica a otra, a la manera de una "conversión religiosa”. Estas estructuras teóricas son denomina das por Kuhn paradigmas. Esta palabra proviene del griego y significa "modelo, ejemplo, caso tipo". Es el marco conceptual consensuado y compartido por los miembros de una determinada disciplina científica, que incluye entre otras cosas: teorías, instrumental técnico a utilizar, normas metodológicas, principios éticos. El paradigma es lo que legitima el trabajo de los científicos dentro de una de terminada tradición en la manera de "hacer ciencia": coordina y dirige las actividades para resolver los problemas en los cuales dicha ciencia se ocupa. Según esta posición, el progreso científico se va dando en la medida que cambian los paradigmas.

Para este autor, las etapas del desarrollo del conocimiento científico pueden resumirse en seis:

1. Pre-ciencia

2. Ciencia normal

3. Crisis

4. Revolución científica

5. Nueva ciencia normal

6. Nueva crisis

1. Etapa de Pre Ciencia: Durante esta etapa no hay dentro de la comunidad científica consenso acerca de un paradigma y dicha comunidad permanece atomizada. No hay acuerdo sobre lo fundamental para desarrollar determinada disciplina científica, de manera que hay tantas teorías como investigadores, y constantes debates y desacuerdos en el intento de cada uno de ellos de justificar su propio enfoque.

2. Etapa de ciencia normal: está marcada por el consenso al cual se llegó acerca de lo fundamental y la adopción de un paradigma que se considera adecuado para resolver los problemas que surgen en una investigación científica. Estos problemas que pueden ser resueltos dentro del paradigma son denominados "enigmas". Dentro de esta "estructura teórica" el científico no debe criticar al paradigma en el que se basa para trabajar y un "aspirante a científico" se pone al corriente de los métodos, las técnicas y las normas del paradigma resolviendo problemas normales, efectuando experimentos normales y, finalmente, haciendo alguna investigación bajo la supervisión de alguien que ya es un experto dentro del paradigma.

Dentro de la etapa de ciencia normal se hallarían, por ejemplo, las Ciencias Naturales como la Física, la Química, la Biología, etc. En la etapa de pre-ciencia se hallaba la Psicología a principios del siglo XX, cuando su comunidad luchaba por desligarse de la medicina y se hallaba atomizada en diversas escuelas que no lograban ponerse de acuerdo.

3. La crisis del paradigma se produce cuando aparecen anomalías es decir, problemas que se resisten a ser resueltos dentro del paradigma y cuando son numerosas, reiteradas, profundas (afectan lo fundamental del paradigma anterior) y resistentes. La crisis también se relaciona con la aparición de alguna urgencia o interés social, político, económico o militar. Cuando esto sucede se entra en un período de inseguridad profesional marcada, en el que los científicos comienzan a debatir arduamente y su confianza en el paradigma se debilita. Toda esta crisis se agrava cuando aparece un paradigma rival. Un paradigma rival es una estructura teórica diferente e incompatible con la anterior, se dice que es inconmensurable. Si se dan estas condiciones todo está listo para que se produzca una Revolución Científica.

4. Para Kuhn, cuando los científicos adhieren al nuevo paradigma se da una "conversión religiosa". Porque para que un científico considere que una estructura teórica es superior a otra intervienen muchos factores y muchos de ellos no tienen que ver con lo estrictamente científico, sino con algunos aspectos sociales, lo que produce, además, un cambio de mentalidad repentina que opera en el científico: a partir de allí ya no ve el mundo como antes, sino que ahora es como si viviera en un mundo distinto". Por ello el nuevo paradigma, la nueva estructura teórica delimita un nuevo marco conceptual a través del cual se ve el mundo y se lo describe.

Las etapas 5 y 6 (Nueva ciencia normal y Nueva crisis) se equiparan a las etapas 2 y 3. Es decir, el ciclo de etapas puede volver a comenzar hasta llegar a la última y así recomenzar sucesivamente. Podemos decir que para Kuhn, entonces, la ciencia progresa a través de las revoluciones científicas que se producen al cambiar de paradigma, no por un proceso acumulativo de conocimientos y de leyes o teorías como plantean los modelos tradicionales inductivistas.
Como hemos analizado en este capítulo, los campos de acción entre los distintos tipos de conocimiento varían, de acuerdo con las fundamentaciones de cada uno de ellos.
Hemos hecho una breve reseña acerca de la preocupación, por parte de muchos filósofos y epistemólogos, en distintos momentos históricos, acerca de cómo abordar y caracterizar el conocimiento científico. Como nuestro objetivo es precisamente abocarnos al conocimiento científico, el próximo capítulo es fundamental a la hora de ir desmenuzando las características básicas y propias de las ciencias, ya sea de las ideales como de las fácticas.

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Vocabulario

Modelo inductivista: Señala que para la adquisición y conocimiento científico es posible ir de lo particular a lo general, es decir, en primer lugar se observa y después se concibe la teoría. Solamente cuando se han observado suficientes casos particulares se puede teorizar y, eventualmente, llegar a formular leyes universales. Sólo los hechos representan una base sólida para el desarrollo del conocimiento científico.
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LAS CIENCIAS Y SU CLASIFICACIÓN

Como sabemos, en la actualidad nos encontramos con una multiplicidad de ciencias que excede a una simple clasificación. Es por ello que podemos decir que las ciencias pueden clasificarse de acuerdo con el objeto de estudio que tengan, pero también de acuerdo con los enunciados que propongan, la manera de demostrar esos enunciados y el criterio de verdad que utilicen para la demostración. De acuerdo con estos criterios, podemos decir, básicamente, que las ciencias se pueden dividir en dos grandes tipologías: las formales o ideales y las fácticas o materiales.

Si nos atenemos a un concepto básico de ciencia, diremos que ésta implica un conocimiento sistematizado que difiere de acuerdo con el campo disciplinar sobre el que se ocupe. Un conocimiento sistematizado es aquel que se logra de acuerdo con un método y se organiza relacionándolo con otros conocimientos anteriores de la misma área. Es por eso que la clasificación es necesaria a la hora de definir las cuestiones propias de cada una de las ciencias.

Por un lado podemos definir a las ciencias formales como aquellas disciplinas cuyo objeto de estudio son los entes formales o ideales; es decir, entes que sólo existen en la mente del ser humano. Sus enunciados no hacen referencia directa a ningún objeto presente en la realidad empírica, es por eso que se comprueban con razonamientos y mecanismos propios, sin apoyatura en lo empírico. Concretamente nos estamos refiriendo a la lógica y a la matemática, que tratan exclusivamente con símbolos, signos y números: éstos no son objetos materiales, sino conceptos abstractos, que sólo existen en nuestros cerebros de manera conceptual y no fisiológica. Estos signos son inventados por el hombre para establecer relaciones y correspondencias entre ellos y utilizados para referirse a objetos materiales concretos como, por ejemplo, árboles, animales, libros, montañas, etc. Por lo tanto el objeto de estudio de estas ciencias se refiere a entes formales-ideales, no a cosas materiales o a procesos físicos o sociales.
En ocasiones, para explicar estas cosas materiales o estos procesos físicos, los científicos recurren a la matemática como herramienta conceptual que les permite reconstruir relaciones entre hechos concretos y otros aspectos a considerar sobre estos hechos. Este es el caso de la Economía o el de la Física, entre otras ciencias, que para explicar ciertos fenómenos propios de su disciplina formalizan enunciados que son fácticos (o sea, empíricos).

En cuanto a los enunciados que las ciencias formales establecen estos consisten simplemente en relaciones entre signos, y son verificados por medio de los razonamientos lógicos que demuestran sus teoremas. El criterio de verdad por lo tanto, se ajusta a la coherencia entre las proporciones. El método utilizado es el deductivo, o sea que las proposiciones o axiomas sirven como punto de partida para deducir otros. Los axiomas se aceptan sin establecer la veracidad o falsedad y, por medio del razonamiento deductivo, a partir de ellos, se obtienen los teoremas.

Ejemplos:
- Todos los europeos son argentinos
- Manuel Belgrano es europeo.
- Por lo tanto, Manuel Belgrano es argentino.
- Proposiciones falsas, razonamiento lógico válido, conclusión falsa.
- Todos los hombres son mortales. Sócrates es hombre.
- Por lo tanto, Sócrates es mortal. Proposiciones verdaderas, razonamiento lógico válido, conclusión verdadera.

En cambio, las ciencias fácticas o materiales, a diferencia de las formales, se ocupan de los fenómenos, procesos y hechos de la realidad empírica. Es por ello que elaboran conceptos y proposiciones que explican estos fenómenos.

Los mecanismos de comprobación están basados en la observación y en la experimentación, que permiten establecer la veracidad o falsedad de las afirmaciones sobre los hechos o procesos que estudian. Esto significa, a diferencia de las ciencias formales, que un enunciado puede ser verdadero (probabilidad) siempre y cuando éste sea demostrado con los datos empíricos. Es decir, una característica fundamental de estas ciencias es que un enunciado o hipótesis sobre un hecho o grupo de hechos materiales reales (no ideales) es probablemente verdadero si se corrobora o verifica empíricamente. Esto no significa que, una vez demostrado el enunciado-hipótesis, éste sea el único verdadero, ya que siempre queda la posibilidad de que esa hipótesis sea refutada; por eso, en este tipo de ciencias (ya sean sociales o naturales) las hipótesis son generalmente de carácter provisional y su verificación es siempre incompleta y provisoria.
De acuerdo con la realidad que estudian, las ciencias a su vez se pueden dividir en ciencias naturales o ciencias sociales. Las primeras tienen como objeto de estudio a un conjunto de fenómenos y hechos biológicos, físicos y químicos que tienen lugar en del universo; mientras que las sociales circunscribe su análisis al estudio del hombre y a las relaciones entre éstos y las comunidades a lo largo del tiempo y del espacio. La Sociología, la Antropología, la Historia, la Geografía, la Filosofía, la Psicología, la Economía, la Ciencia Política y el Derecho, constituyen las principales ciencias fácticas de carácter social; mientras que la Física, la Biología, la Química, la Geología, la Astronomía, la Botánica, la Ecología y la Zoología son ciencias fácticas de carácter natural o biológico.

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Vocabulario

Razonamiento: Se entiende por razonamiento a un encadenamiento de enunciados.

Fáctico: Propio o relativo a los hechos, o que se basa en ellos.

Empírico: Se dice de un conocimiento científico que está fundado en la observación y la experiencia.

Validez: No confundir verdad con validez. Cuando hablamos de validez en los razonamientos deductivos no nos referimos a la verdad de sus proposiciones sino a su forma lógica.

Axiomas: premisas o proposiciones evidentes que no necesitan ni pueden ser demostradas, basadas en ideas (relaciones entre signos).

Hipótesis: conjetura de carácter probable sobre hechos, fenómenos o procesos naturales o sociales.

Método:
- INDUCTIVO (del análisis de los casos particulares a la elaboración de una ley)
- HIPOTETICO DEDUCTIVO (a partir del establecimiento de una hipótesis se contrasta con casos particulares): demostración a partir de datos empíricos. Observación y experiencia.

Conclusión: Demostración de la hipótesis. Enunciado verificado sujeto a ser refutado.

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¿QUÉ ES INVESTIGAR?

Investigar es un proceso complejo que implica describir, explicar, generalizar y, cuando sea posible, predecir.
La investigación es un proceso que se inicia cuando alguien se plantea, dentro de un área temática determinada, un problema al que quiere dar una solución o una respuesta. El investigador analiza dicho problema: identifica y describe los elementos que lo componen y trata de establecer entre ellos algún tipo de conexión o relación dando una respuesta provisoria a ese problema.
Busca datos que muestren la o las relaciones que existen entre esos componentes, los compara y explica cómo se conectan entre si dentro del problema.

Si esa explicación resulta satisfactoria para ese caso en particular intentará aplicarla a otros problemas similares, es decir, intentará generalizar (recordemos que la generalización es una actividad importante porque los científicos buscan comprender el funcionamiento de amplios sectores de la realidad, no sólo el de casos particulares. A partir de los conocimientos a los que ha llegado puede también tratar de determinar cómo se comportarán esos fenómenos estudiados u otros similares en el futuro, es decir, tratará de predecir.

¿UN CAMINO SIN VUELTA ATRÁS?

Esta descripción general que hemos dado puede llevarnos a pensar que la investigación científica es un proceso lineal que, siguiendo ciertas reglas o pautas de trabajo, tiene un principio, un desarrollo y un fin clara y rígidamente establecidos. En este sentido podríamos concluir que un buen científico comienza planteando un problema y que avanza hacia cada una de las etapas siguientes sin volver atrás. Sin embargo la investigación científica no es un proceso lineal.
Resulta obvio que, quien vaya a investigar, primero debe tener idea de qué es lo que quiere conocer, debe poder delimitar el área de investigación, debe poder determinar cuál es el problema (teórico o práctico) al que quiere dar solución. Si no fuera así, difícilmente podría tener en claro qué información debe buscar para dar respuesta a ese problema. Sin embargo, puede ser que cuando el investigador procese los datos que ha recogido se dé cuenta de que la respuesta que se le ocurrió al comienzo no es del todo buena. O que no tiene datos suficientes para establecer una relación. O que los instrumentos por medio de los cuales recogió esos datos eran defectuosos. Entonces tendrá que volver sobre sus pasos y ajustar la investigación: modificar su respuesta, obtener más datos o corregir los instrumentos de recolección de datos.
Todo proceso de investigación implica reglas pero estas reglas no son inflexibles. Las etapas de este proceso no están relacionadas entre sí de manera absolutamente rígida. Entre ellas existe, simplemente, una conexión o concatenación lógica. Por lo tanto, en lugar de pensar el proceso de investigación como algo lineal, sería más correcto verlo como una espiral, como un proceso en el que cada paso alcanzado lleva al investigador hacia un nivel más alto pero que, al mismo tiempo, siempre está de alguna manera volviendo sobre lo hecho.
En los capítulos siguientes describiremos los pasos que se deben dar para llevar adelante una investigación científica en el área de las ciencias sociales. Aunque explicaremos una etapa después de la otra, no debemos perder de vista esta idea de que proceso de investigación no es un camino sin vuelta atrás.

LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES

Antes de adentramos en la metodología de la investigación misma, es necesario que nos detengamos unos instantes a reflexionar sobre ciertos aspectos de la investigación en ciencias sociales.
Hemos visto ya que, históricamente, los primeros desarrollos que se consideraron científicos se realizaron en el campo de lo que nosotros denominamos ciencias naturales. Se plantearon los lineamientos del método científico y las técnicas que permitían que los investigadores se acercaran a sus objetos de estudio y los conocieran. Cuando en el siglo XIX comenzaron a surgir las ciencias sociales se pretendió aplicar los mismos métodos y técnicas al nuevo objeto de estudio: los hombres y sus relaciones sociales.
Esto generó una polémica que algunos estudiosos consideran que aún no está resuelta.
La principal dificultad parece estar relacionada con el hecho de que en las ciencias sociales el hombre no sólo es el sujeto que investiga sino que es también el objeto investigado. ¿Es posible estudiar las sociedades y las relaciones humanas de la misma manera en la que se estudian las estrellas o los océanos? ¿Es posible (o deseable) realizar con los hombres “pruebas de laboratorio” o experimentos como se realizan con las sustancias químicas, por ejemplo, o se deben plantear limites en la experimentación con seres humanos? ¿Puede un investigador ser objetivo en el campo de las ciencias sociales o sus investigaciones irremediablemente estarán condicionadas por sus sistemas de valores?
Pero los problemas no se reducen sólo a los que planteamos en las preguntas anteriores.
Podríamos preguntarnos, además: ¿es posible entender exactamente las relaciones sociales que se establecieron en el pasado desde una perspectiva social completamente diferente? Por otra parte, dijimos anteriormente que la generalización y la predicción eran pasos fundamentales en la investigación y en la explicación científica. ¿Qué sucede con esas dos actividades en el campo de las relaciones sociales? ¿Es posible aplicar a todos los grupos humanos por igual las explicaciones que los científicos elaboran sobre los comportamientos y las relaciones de un grupo humano en particular?
En resumen, ¿es posible aplicar sin más el método y la metodología de las ciencias naturales a las ciencias sociales o es necesario plantear una forma distinta de investigación?
Ciertamente lo que hemos desarrollado en estas páginas, desde el comienzo del libro, no es suficiente para responder a todas estas preguntas.
Quizás ni siquiera estemos en condiciones de responderlas aún habiendo llegado al final de un curso completo de metodología científica. Sin embargo, si queremos ser sujetos críticos de nuestro aprendizaje y no meramente seres pasivos, haremos bien en planteárnoslas todas las veces que surjan, tratando de elaborar alguna respuesta, aunque sea provisoria.
Es por eso que en las páginas siguientes estas cuestiones aparecerán más de una vez recordándonos que la actividad científica (especialmente en las ciencias sociales) no es un asunto tan sencillo.

EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Dijimos anteriormente que el proceso de investigación implica ciertas etapas. A continuación encontrarán un esquema que muestra cuáles son esas etapas.



Aunque en este esquema las flechas descendentes indican una sucesión de etapas, recordemos que, como ya lo aclaramos, en la práctica muchas veces debemos volver sobre etapas anteriores.

 

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Metodología de la InvestigacióN